Page 41 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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—Jerry.
El dracón me miró a los ojos y sonrió.
—Bien ir. Davidge. Bien ir.
La luz que daba en la cara de Jerry fluctuaba, y olí humo.
—Fuego.
Jerry se apartó y señaló hacia el centro del suelo arenoso
de la cabaña. Dejé que mi cabeza girara hacia un lado y me
di cuenta de que yacía en un lecho de ramas blandas y
flexibles. Frente a mi cama había otro lecho, y entre ambos
crepitaba alegremente una hoguera.
—Ahora tener fuego, Davidge. Y madera.
Jerry señaló el techo forrado con varas y grandes hojas.
Me volví y miré alrededor. Después dejé caer mi palpitante
cabeza y cerré los ojos.
—¿Dónde estamos?
—Isla grande. Davidge. Ola enorme echarnos de banco
de arena. Viento y olas traernos aquí. Tú tener razón.
—Yo… no lo entiendo. Ne gavey. Si se necesitaban días
para llegar a la isla grande desde el banco de arena.
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