Page 134 - El Jugador - Iain M. Banks
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voz tan bajo que casi quedó ahogado por el estrépito de
la tormenta‐‐. Puedes ayudarme haciendo que vuelvan a
aceptarme en Contacto.
‐‐No digas estupideces ‐‐replicó Gurgeh.
Alargó la mano, apartó a la máquina de su camino y
siguió andando.
Lo siguiente que supo fue que había caído de bruces
sobre la hierba que cubría la cuneta. Era como si algo
invisible le hubiese embestido por la espalda. Alzó los
ojos hacia la diminuta unidad que flotaba sobre él y la
contempló con expresión asombrada mientras sus manos
sentían la humedad del suelo que tenía debajo y la hierba
siseaba a su alrededor.
‐‐Pequeña... ‐‐dijo.
Intentó ponerse en pie y la fuerza invisible volvió a
empujarle. Gurgeh se quedó inmóvil contemplando con
incredulidad a Mawhrin‐Skel. No podía creerlo. Ninguna
máquina había usado jamás la fuerza contra él. Era algo
inaudito, inconcebible... Hizo un nuevo intento de
levantarse sintiendo el grito de ira y frustración que
empezaba a formarse en su garganta.
Todos los músculos de su cuerpo se aflojaron de
repente. El grito murió en su garganta.
Sintió que caía de espaldas sobre la hierba.
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