Page 155 - El Jugador - Iain M. Banks
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que la red de información de la Cultura iba añadiendo

            todo un torrente de datos nuevos cada segundo del día.


                  Si sabías formular las preguntas adecuadas podías dar

            con  casi  todas  las  respuestas  necesarias,  y  aunque  no

            estuvieras  en  condiciones  de  hacer  esas  preguntas  los


            bancos  eran  tan  perfectos  que  te  permitían  averiguar

            muchas cosas. La libertad de información en la Cultura

            era total, al menos teóricamente, pero la trampa estaba en


            considerar la consciencia como algo privado, por lo que

            las informaciones contenidas en una Mente ‐‐es decir, en

            lo que no era considerado un sistema inconsciente, como

            los bancos de memoria del Cubo‐‐ formaban parte del ser


            de la Mente y eran tan sacrosantas como el contenido de

            un cerebro humano. Una Mente podía estar informada de

            cualquier conjunto de hechos o mantener las opiniones

            que  le  diera  la  gana  sin  tener  ninguna  obligación  de


            revelarle a nadie lo que sabía o pensaba o el porqué.

                  Y mientras el Cubo protegía su intimidad Gurgeh no

            necesitó interrogar a Chamlis para descubrir que lo que


            Mawhrin‐Skel  le  había  dicho  podía  ser  cierto.  Existían

            niveles de grabación de acontecimientos que resultaban

            muy difíciles de falsificar y que podían ser utilizados por


            las  unidades  cuyo  potencial  estuviera  por  encima  del

            promedio. Ese tipo de grabaciones serían aceptadas como






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