Page 361 - El Jugador - Iain M. Banks
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Gurgeh  aprovechó  la  confusión  para  observar  a  los

            otros  jugadores.  La  pérdida  de  su  líder  hizo  que


            empezaran  a  pelearse  por  las  migajas.  Uno  de  ellos  se

            colocó en una situación bastante apurada. Gurgeh atacó,

            aniquiló la mayor parte de sus fuerzas y capturó el resto,


            y  después  siguió  atacando  sin  hacer  ni  una  sola  pausa

            para reagruparse.

                  Algún tiempo después comprendería que en aquellos


            momentos seguía llevando una considerable desventaja

            de  puntos,  pero  el  ímpetu  de  su  resurrección  le  hizo

            seguir  adelante  y  fue  creando  un  pánico  irracional,

            histérico  y  casi  supersticioso  que  se  difundió


            rápidamente entre los otros jugadores.

                  No volvió a cometer errores. Su avance a través del

            tablero  se  convirtió  en  una  combinación  de  carrera

            enloquecida y desfile triunfal. Jugadores que ocupaban


            una  posición  sólida  y  bien  defendida  quedaron  en

            ridículo  cuando  las  fuerzas  de  Gurgeh  asolaron  sus

            territorios  devorando  zonas  y  efectivos  como  si  no


            pudiera haber nada más sencillo o natural.

                  Gurgeh terminó la partida en el Tablero del Origen

            antes de la sesión de la tarde. Había logrado salvarse. No


            sólo había conseguido pasar al siguiente tablero, sino que

            iba en primer lugar de la clasificación. El sacerdote había






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