Page 362 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 362

estado contemplando la disposición de las piezas y los

            territorios con una expresión que Gurgeh estuvo seguro


            habría  podido  reconocer  y  describir  con  la  palabra

            «atónita» aunque no le hubieran dado lecciones sobre el

            lenguaje  facial  azadiano,  y  salió  de  la  estancia  sin  las


            bromas  habituales  que  acompañaban  el  final  de  una

            partida.  Los  otros  jugadores  apenas  dijeron  nada  o  se

            mostraron embarazosamente efusivos y le felicitaron por


            lo bien que había jugado.

                  `

                  * * *

                  `


                  Gurgeh  se  encontró  convertido  en  el  centro  de  una

            multitud que parecía haber surgido de la nada compuesta

            por  los  miembros  del  club,  unos  cuantos  periodistas,

            otros  jugadores  y  algunos  invitados  que  habían


            observado  el  desarrollo  de  la  partida.  Contempló  en

            silencio a aquellos ápices que no paraban de hablar y tuvo

            la sensación de estar separado de ellos por una distancia


            inconmensurable.  La  multitud  que  se  agolpaba  a  su

            alrededor ‐‐y que seguía haciendo cuanto podía para no

            tocarle‐‐ era real, pero su mismo número hacía que toda


            la  escena  cobrara  una  apariencia  irreal.  Un  diluvio  de

            preguntas cayó sobre él, pero Gurgeh no pudo responder






                                                                                                         361
   357   358   359   360   361   362   363   364   365   366   367