Page 42 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 42
Mares, colinas y lluvia. ¿No preferirías vivir en una isla
flotante que navega por los aires con el agua debajo?
‐‐¿Y si las islas chocan? ‐‐preguntó Chamlis.
‐‐¿Qué importa el que choquen? ‐‐Yay se volvió hacia
el hombre y la unidad. El paisaje que se extendía al otro
lado de las ventanas estaba cada vez más oscuro y la
habitación aumentó levemente la intensidad de las luces.
Yay se encogió de hombros‐‐. Y siempre hay formas de
impedir que puedan chocar... Pero ¿no os parece una idea
magnífica? ¿Qué razón hay para que una vieja y una
máquina puedan impedir que la convierta en realidad?
‐‐Bueno ‐‐dijo Chamlis‐‐, conozco a Preashipley y si
pensara que tu idea es buena no se limitaría a ignorarla.
Tiene muchísima experiencia y...
‐‐Sí ‐‐dijo Yay‐‐. Tiene demasiada experiencia.
‐‐Eso es imposible, joven dama ‐‐replicó la unidad.
Yay Meristinoux tragó una honda bocanada de aire y
pareció disponerse a discutir, pero acabó limitándose a
extender los brazos, poner los ojos en blanco y volverse
hacia la ventana.
‐‐Ya veremos ‐‐dijo.
El atardecer había estado volviéndose más oscuro a
cada momento que pasaba, pero de repente un chorro de
sol se abrió paso por entre las nubes y la lluvia
41

