Page 510 - El Jugador - Iain M. Banks
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y machos. Gurgeh reconoció algunos de los uniformes
como versiones grotescamente exageradas de los que
vestían los oficiales de la Flota Imperial. Algunos ápices
llevaban ropas de macho, y otros llevaban ropa de
hembra. Vio ápices obligados a comer sus excrementos o
los de otra persona o a beber su orina. Los programas que
giraban alrededor de este tema parecían considerar como
particularmente valiosas a las secreciones de otras
especies pan‐humanas. Vio bocas y anos de animales y
alienígenas penetrados por machos y ápices; vio
alienígenas y animales persuadidos a copular con los tres
sexos azadianos y objetos ‐‐algunos de uso cotidiano,
otros que parecían fabricados especialmente con ese fin‐‐
usados como sustitutos del falo. En cada escena había un
claro elemento de... Gurgeh supuso que debía ser
dominación.
Que el Imperio quisiera ocultar el material del primer
nivel no le había sorprendido demasiado. Un pueblo tan
obsesionado por el rango, el protocolo y la dignidad
inherente al atuendo debía sentir el deseo de restringir el
acceso a ese tipo de imágenes por muy inofensivas que
pudieran ser. El segundo nivel era distinto. Gurgeh tuvo
la impresión de que revelaba una pequeña parte de lo que
había oculto bajo la fachada imperial, y no le costó nada
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