Page 580 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 580
normal era que jugasen como si sus fuerzas individuales
realmente fuesen un solo contingente. Como personas sus
camaradas no le parecían demasiado atractivos, pero
como compañeros de juego no podía negar las emociones
que sentía hacia ellos, y a medida que el juego avanzaba
e iban logrando aniquilar a sus oponentes Gurgeh fue
sintiendo que le invadía la tristeza, pues sabía que no
tardarían en luchar los unos contra los otros.
Cuando llegó el momento y el último enemigo se hubo
rendido una gran parte de lo que había sentido hasta
entonces se esfumó de repente. Gurgeh descubrió que
había sido víctima de un engaño parcial. Se había
mantenido fiel a lo que consideraba el espíritu de su
pacto, mientras que los demás se habían conformado con
mantenerse fieles a la letra de éste. Nadie atacó hasta que
las últimas piezas del otro equipo hubieron sido
capturadas, pero cuando quedó claro que iban a ganar se
produjeron unas cuantas maniobras muy sutiles y cada
ápice intentó conquistar las posiciones que adquirirían
más importancia cuando el pacto dejara de estar en vigor.
Gurgeh no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo
hasta que ya era demasiado tarde para hacer algo al
respecto, y cuando empezó la segunda parte del juego se
dio cuenta de que los cuatro ápices le llevaban una
579

