Page 593 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 593
al interior del castillo y quedaría protegido por los
gruesos muros de piedra y los postigos de metal y cristal
antillamas. Los jardines situados en los patios interiores
sobrevivirían, aunque terminarían cubiertos de cenizas
transportadas por el viento. Las personas estarían a salvo
en el castillo rociado de agua o en los refugios
subterráneos..., a menos que fuesen lo bastante estúpidas
para permitir que las llamas las sorprendieran fuera,
naturalmente. Le habían dicho que eso ocurría de vez en
cuando.
Vio a Flere‐Imsaho flotando por encima de las copas
de los árboles. La unidad venía hacia él. Le habían dado
permiso para que fuese adonde le diera la gana siempre
que avisara a las autoridades de su paradero y accediera
a llevar adherido un monitor de posición. Estaba claro
que Ecronedal no contenía ninguna instalación militar
que el Imperio considerase especialmente delicada. La
unidad no se había mostrado muy feliz con las
condiciones, pero pensó que si permanecía encerrada en
el castillo acabaría enloqueciendo y accedió. Esta había
sido su primera expedición.
‐‐Jernau Gurgeh.
‐‐Hola, unidad. ¿Has estado observando a los pájaros?
‐‐No, he estado viendo peces voladores. Pensé que
592

