Page 696 - El Jugador - Iain M. Banks
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momentos, giró sobre sí mismo y se alejó de la torre. Fue

            por los pasillos y salones repletos de guardias imperiales


            que estaban ordenando a todo el mundo que volviera a

            sus  habitaciones  mientras  cerraban  las  puertas,  se

            apostaban en las escaleras y los ascensores y encendían


            todas las luces para que el castillo sumido en el silencio

            ardiera como una luminaria blanca perdida en la noche,

            como una inmensa nave de piedra a la deriva en un mar


            negro y oro.

                  Gurgeh entró en su habitación. Flere‐Imsaho flotaba

            delante de la pantalla pasando velozmente de un canal de

            noticias  a  otro.  La  unidad  le  preguntó  qué  estaba


            ocurriendo en el castillo y Gurgeh se lo explicó.

                  ‐‐No creo que las cosas estén tan mal ‐‐dijo la unidad

            acompañando sus palabras con la oscilación de un lado a

            otro  que  usaba  como  encogimiento  de  hombros‐‐.  No


            están tocando marchas militares, pero no hay forma de

            comunicar con el exterior... ¿Qué le ha ocurrido a tu boca?

                  ‐‐Me caí.


                  ‐‐Mm‐hmmm.

                  ‐‐¿Podemos ponernos en contacto con la nave?

                  ‐‐Claro.


                  ‐‐Dile que vaya calentando los sistemas. Puede que la

            necesitemos.






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