Page 325 - La Nave - Tomas Salvador
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2. LA PROCLAMACIÓN



               Volvieron las familias al Ring agrupadas.


            Al frente, sus padres vigilan, las hembras


            apartadas


            cual manda la costumbre. Los ancianos sonríen


            y el ciego Abul escucha sorprendido. En el centro,


            callado, Shim espera. Se han juntado los símbolos.


            Mons sonríe, Kalr mira sus armas, el tenaz Elio



            medita, mientras Hipo arregla sus vestidos. Brisco


            suda e Ylus se levanta esperando y pidiendo


            silencio.



               —Audición y silencio. Ylus está hablando y


            anuncia


            la nueva de este día. Pueblo wit, escucha al padre


            de los símbolos. Nunca sino ahora habían los


            albinos


            juntado sus familias. Estábamos unidos, pero cada


            familia vivía en su cantón, alejada y temiendo.



            Había de llegar el mensajero, que siendo como


            nosotros


            no fuese como nosotros, que siendo para todos


            no fuese para ninguno. Estaba anunciado. Las


            tribus


            necesitan que un hombre solitario las ordene.


            Necesitan al prudente, al justo, al recogido varón



            que tenga fe en los ojos y el don de amar en ellos.


            Necesitan al que no inspire miedo, pero tampoco




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