Page 371 - La Nave - Tomas Salvador
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os deje. También yo lo temía. La vida en las
tinieblas
me ha curado en gran parte. Padres de las familias,
venid y estad conmigo, venid y ved conmigo
lo que mis ojos ven. Hermanos kros, sentaos.
Dijo, y calló; insatisfechos, los kros le
contestaron:;
—No apagues las luces. Ya sabes que nosotros
tememos las tinieblas. La luz nos es precisa.
—Meditad un momento. También yo he
meditado.
Las tinieblas asustan porque en ellas no hay nada.
Lo que asusta es la nada. Se teme lo perdido,
lo que dejó vacíos nuestros mismos sentidos.
Es justo el pensamiento, mas falsa la razón.
Si las tinieblas fueran un acto voluntario
lo mismo que la luz, ¿sería el miedo vuestro un
acto
razonado? Temed las tinieblas eternas,
irremediables;
pero amad las necesarias, las que nos dejan solos
con nuestro entendimiento. Yo digo: «apagad»,
y las tinieblas vienen; pero digo: «encended»,
y las tinieblas huyen. ¿Por qué temer entonces?
Dijo, y calló, sin que, asombrado, ninguno
contestara.
Los niños ciñeron las capuchas, y los falux
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