Page 109 - Triton - Samuel R. Delany
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—Recuerdo vagamente algo acerca de que negar que

           el Taj Mahal es blanco... —La burbuja de Miriamne no era


           más que un plástico arrugado entre sus brillantes uñas—

           es afirmar que no es blanco..., una idea con la que, sólo

           intuitivamente, nunca me he sentido muy cómoda.


                —Y con buenas razones. —Bron bebió su propio café

           y  oyó  crujir  el  plástico—.  El  significado  de  «blanco»,


           como  el  significado  de  cualquier  otra  palabra,  es  un

           abanico  de  posibilidades.  Como  el  color  en  sí,  el

           significado se desvanece muy imperceptiblemente hacia


           un lado, a través del gris, hacia el negro, y por el otro, a

           través del rosa, hacia el rojo, y así, por todos lados, hacia

           cualquier otro color; e incluso hacia algunas cosas que no


           son en absoluto colores. Lo que el lógico que dice: «Negar

           que el Taj Mahal es blanco es afirmar que no es blanco»

           está  diciendo  realmente  es:  «Si  situamos  un  límite  en


           torno a parte del abanico de significados de un espacio

           cuyo centro todos estamos de acuerdo en llamar blanco,


           y si luego procedemos a llamar a todo lo que haya dentro

           de ese límite artificial ʺblancoʺ, y todo lo que haya fuera

           de ese límite ʺno blancoʺ (en el sentido de ʺcualquier cosa


           menos blancoʺ..., y observe que hemos introducido una

           distorsión a lo que hemos dicho que había realmente allí),


           entonces cualquier punto en el abanico total de espacio

           significativo tiene que estar o bien dentro o bien fuera de

           este límite»..., una idea más bien arriesgada, porque si ese




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