Page 123 - Triton - Samuel R. Delany
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regeneración corporal y la adquisición de habilidades
matemáticas. (Qué hacía exactamente esa secta era algo
de lo que Bron no estaba seguro.) Hacía algunos años, sin
embargo, bajo las necesidades de la devaluación de las
fichas y el crecimiento de las demandas del crédito, se
había producido un cambio en la política de la secta.
Utilizando únicamente los entrenamientos de la
Información General y los programas de instrucción
disponibles a través de la consola de cualquier coop, las
siete octogenarias habían conseguido, en un año y medio,
dominar no sólo la lectura y escritura básicas y los
rudimentos de las matemáticas, sino también varias
técnicas más bien avanzadas de diseño paramatemático;
habían aplicado todo ello a su trabajo, habían superado
los tests de eficiencia, y habían sido contratadas. Su secta
aún les prohibía compartir su comida con los no
creyentes pero, basándose en un cierto sentido del decoro
social, acudían siempre a la cafetería a la hora de la
comida y permanecían junto a la pared, sonriendo,
saludando, intercambiando frases banales con sus
compañeros de trabajo que acudían a comer.
Bron saludó con la cabeza a la más cercana, luego
escrutó la concurrida sala. Una docena de personas
estaban reunidas en torno a (sí, por supuesto) Tristán e
Isolda, las dos hermanas gemelas de doce años que, hacía
seis meses, habían sido ascendidas a directoras de toda el
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