Page 129 - Triton - Samuel R. Delany
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camino a través del n‐r, ella frunció el ceño y, un poco a

           regañadientes,  accedió.  Quince  minutos  más  tarde,


           cuando salieron de la Plaza de la Luz y entraron en el

           desierto callejón que conducía al paso inferior, él recordó

           de nuevo que estaba intentando iniciar una aventura con


           ella y apoyó la mano en el hombro gris de su capa: quizá

           ya era tiempo de señalar abiertamente sus intenciones...


                Miriamne dijo:

                —Mire, sé que está sometido a mucha presión al tener

           que enseñar a alguien a hacer un trabajo para el que no


           está  entrenada,  ni  siquiera  interesada,  pero  también

           tengo  la  sensación,  más  o  menos  cada  media  hora,

           cuando  usted  se  acuerda  de  ello,  de  que  intenta


           seducirme.

                —¿Yo?  —Bron  se  acercó  un  poco  más  y  sonrió—.

           ¿Qué le hace pensar eso?


                —Quizá deba explicarme mejor—dijo ella—. La coop

           donde vivo es toda de mujeres.


                La risa de la Púa regresó a él, pulsando al ritmo de su

           corazón, que por segunda vez empezó a acelerarse.

                —Oh, vaya... —Dejó caer la mayo—. Hey, lo siento...,


           ¿es gay?

                —La coop no —dijo ella—. Pero yo sí.


                —Oh. —Bron inspiró profundamente, con su corazón

           haciendo arder todavía la sangre y el aire en su pecho—.

           Bueno, realmente, yo..., quiero decir, no lo sabía.




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