Page 187 - Triton - Samuel R. Delany
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trabajo aquella mañana, un torbellino negro, había ido

           directamente a la oficina de Audri y se lo había dicho.


                Audri había contestado:

                —Oh... Bien, de acuerdo.

                Él había ido a su cubículo, se había puesto a trabajar;


           y se había sentido bien hasta hacía unos minutos... Había

           sido una decisión lógica. Sin embargo, por mucho que lo


           intentara, no podía reconstruir la lógica, o la metalógica,

           que lo había generado todo.

                Pensó:  Si  alcanzas  válidamente  una  conclusión,  no


           almacenas todas las notas de trabajo y demás elementos

           que has ido acumulando por el camino. ¡Lo único que das

           son  las  conclusiones!  (Estrujó  un  trozo  de  papel  que,


           mientras  contemplaba  su  gris  esquina  milimetrada

           asomando del nudo enguantado en negro, se dio cuenta

           de que probablemente necesitaría más tarde.) No le caigo


           bien a ella y ella no me cae bien a mí. No puedes trabajar

           en una atmósfera así. ¡Eso es lógico!


                Dejó el papel milimetrado, se quitó un guante y, con

           la  punta  de  una  plantilla  para  gráficos,  empezó  a

           limpiarse la uña del pulgar. En su adolescencia, y con el


           advenimiento de su profesión de efebo, había empezado

           a morderse las uñas, pero finalmente había conseguido


           romper el hábito. Pero todas sus uñas eran ahora más

           anchas de borde a borde que de cutícula a corona, lo cual

           seguía pareciendo un poco extraño. No le gustaban sus




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