Page 254 - Triton - Samuel R. Delany
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han hecho. Yo misma he tenido que aceptar diez días. Y
voy a tener que pensar en qué hacer con los chicos.
Aunque a Bron le gustaba Audri, no le gustaban sus
tres hijos. Cuando, de tanto en tanto, venían a la oficina,
los hallaba precoces, presuntuosos y tercos. Ella vivía con
ellos en una coop de mujeres gay (no una comuna: las
disposiciones de alojamiento, comida y trabajo eran
amistosas pero formales) en una torre en espiral sin
pretensiones a una unidad de distancia del achaparrado
y cuadrado edificio de Bron. Sin nada de la laminada
ostentación de la residencia multisexual de Philip sobre
el Anillo ni el insistente y frívolo desorden de un
domicilio del sector n‐r, era el hogar más confortable que
había visitado en Tetis. De hecho, sus tres visitas le
habían dejado extrañamente relajado y extrañamente
deprimido..., pero había necesitado las tres visitas para
darse cuenta de que eran dos reacciones.
Bron tragó (y olvidó) su siguiente protesta.
—Supongo que todavía no tenemos que ponemos
histéricos —dijo Audri—. Es sólo un ocho por ciento...,
esta vez. Y únicamente por dos semanas. Quieren hacer
que todo parezca como que se trabaja a plena capacidad,
sólo que la gente resulta que está trabajando en estos
momentos en otras cosas.
—¿Qué tipo de lógica, o metalógica, es ésa?
—Poseo tres diplomas sobre este tema y estoy a punto
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