Page 1030 - Anatema - Neal Stephenson
P. 1030

—¿¡Un regalo!?


            Arsibalt se explicó:

            —Un  decán  tiene  el  poder  de  imponer  disciplina  a  su

          servitor  asignándole  capítulos  del  Libro.  Pero  tú,  Raz,


          como  criminal  habitual  que  eres,  ya  estás  en  el  Cinco.

          Lodoghir  tendría  que  asignarte  el  Seis:  un  castigo  muy

          duro…


            —Decisión que yo podría apelar a la Inquisición —dije,

          comprendiendo por fin.

            —Arsibalt  tiene  razón  —dijo  Tris,  que  había  estado


          escuchando  (y  que  parecía  tener  de  mí  un  concepto

          totalmente  diferente  después  de  enterarse  de  que  había


          llegado  al  Cinco)—.  Me  parece  que  Varax  te  estaba

          haciendo  saber  de  forma  más  que  directa  que  la

          Inquisición desestimaría cualquier sentencia impuesta por


          Lodoghir.

            —Casi no tendrían otra opción —dijo Arsibalt.


            Tomé el postre de Lodoghir y me dirigí al mensalán de

          un humor muy diferente. Los otros me siguieron. Llegué

          a  una  sala  de  rostros  enrojecidos  y  labios  prietos:  un


          cuadro  de  lenguaje  corporal  forzado  e  incómodo.

          Lodoghir había causado su efecto habitual en la gente.

            —Justo  cuando  creía  que  llegábamos  a  algo  —decía


          Ignetha Foral—, una vez más compruebo que el Mensal se

          ha desviado a una vieja y tediosa disputa entre procianos

          y halikaarnianos. ¡Metateorética! La verdad es que a veces







                                                                                                        1030
   1025   1026   1027   1028   1029   1030   1031   1032   1033   1034   1035