Page 1124 - Anatema - Neal Stephenson
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esas «señales», sí. Pero nosotros somos algo más que
receptores pasivos. ¡No sólo somos radios de galena!
Calculamos. Somos cognitivos. El resultado de la
capacidad cognitiva no se puede predecir fácilmente a
partir de las entradas. Y esos resultados son los
pensamientos conscientes que tenemos, las decisiones que
tomamos, nuestras interacciones sociales con otros seres
conscientes y el comportamiento de las sociedades a lo
largo del tiempo.
—Gracias, fra Lodoghir —dijo Ignetha Foral y se volvió
para examinar la pizarra—. ¿Alguien se atreve con los
«bucles de retroalimentación»?
—Ésos vienen gratis —dijo Paphlagon.
—¿Qué quieres decir?
—Ya forman parte del modelo que hemos estado
comentando, no es preciso añadir nada más. Ya hemos
visto de qué modo las señales pequeñas, amplificadas por
las estructuras especiales del tejido nervioso y las
sociedades de seres conscientes, pueden provocar cambios
en un argumento, en la configuración del cosmos, mucho
mayores que las señales originales. La línea de mundo
cambia de dirección en respuesta a esas débiles señales, y
podrías distinguir un cosmos poblado por organismos
conscientes de uno que no lo estuviese simplemente por el
comportamiento de sus líneas de mundo. Pero recordad
que las señales en cuestión sólo pasan entre cosmos cuyas
líneas de mundo estén lo suficientemente cercanas. ¡Ahí
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