Page 1123 - Anatema - Neal Stephenson
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—No  tienen  un  efecto  extraordinario  —le  corrigió


          Paphlagon—, no tienen un efecto impredecible. Pero, eso

          sí,  explican  todo  lo  relativo  a  esa  roca:  cómo  absorbe  y

          refleja luz, cómo se desintegran sus núcleos y demás.


            —Pero  todo  eso  se  promedia  estadísticamente  y  es

          imposible distinguir una roca de otra —dijo Lodoghir.

            —Sí.


            —Lo  importante  es  que  la  conciencia  sólo  puede

          amplificar las interacciones que afectan al tejido nervioso.

            —O cualquier otro sistema capaz de tener conciencia —


          dijo Paphlagon.

            —De este modo, ya desde el principio actúa un proceso


          de  selección  muy  exclusivo  de  todas  las  interacciones

          entre  un  instante  dado  de  nuestro  cosmos  y  todos  los

          cosmos  lo  suficientemente  cercanos  para  que  tal


          interacción sea posible, la pasmosa preponderancia de las

          cuales sólo afecta a rocas y otros materiales que no son lo


          suficientemente complejos para responder a la interacción

          de una forma que nos resulte interesante.

            —Sí —dijo Paphlagon.


            —Entonces,  limitemos  la  discusión  a  la  cantidad

          infinitesimalmente pequeña de interacciones que resulta

          que afectan al tejido nervioso. Como acabo de decir, eso ya


          es  selectividad.  —Lodoghir  hizo  un  gesto  hacia  la

          pizarra—.  Pero,  independientemente  de  si  fra  Jad  lo

          pretendía  o  no,  se  abre  la  puerta  a  otro  tipo  de


          procedimiento  de  selección.  Nuestros  cerebros  reciben



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