Page 132 - Anatema - Neal Stephenson
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bolsa de basura. Los kinagramas, los logotipos, los
nombres de los aperitivos me eran desconocidos, pero en
esencia todo era lo mismo.
Comprendí por qué Jesry se portaba como un tonto.
—Es decepcionante —dije.
—Sí —dijo Jesry.
—Tantos años leyendo las Crónicas y cada día oyendo
relatos extraños durante Provenir… Supongo que…
—Eleva las expectativas —dijo.
—Sí. —Se me ocurrió una cosa—: ¿Orolo te ha hablado
alguna vez de los Diez‐milésimos?
—¿Desgarradura del Dominio Causal y todo eso? —Jesry
me dedicó una mirada rara, sorprendido de que Orolo me
lo hubiese confiado.
Asentí.
—Es un ejemplo clásico de las mierdas que nos sirven
para hacer que parezca más emocionante de lo que es. —
Pero tuve la impresión de que Jesry acababa de llegar a esa
conclusión; si Orolo se lo contaba a todos los filles, no
podía ser muy especial.
—No nos sirven mierda, Jesry. Simplemente vivimos en
una época aburrida.
Probó otra táctica:
—Es una estrategia de reclutamiento. O, para ser
precisos, una estrategia de retención.
—¿Qué significa eso?
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