Page 226 - Anatema - Neal Stephenson
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ironía, pero por lo visto lo decía en serio. La mujer parecía
un poco molesta.
—Pero «entonces» no dialogaba —dije—; tenía que
contar una historia, una historia con sentido. Tiene sentido
que Deät e Hylaea partieran de la misma idea y la
aplicaran a campos diferentes. Pero si las describiese
afirmando cosas completamente contradictorias sobre la
visión de su padre, eso no tendría sentido.
—Habría tenido todo el sentido del mundo si hubieses
descrito a Deät como a una lunática —objetó.
—Bien, es cierto. Pero dada la presencia de tantos
deólatras en el grupo evité ser tan drástico.
—Por tanto, ¿por cortesía has dicho algo en lo que no
crees realmente?
—Es más bien una cuestión de énfasis. Creo en lo que dije
sobre el punto en común… y tú también, pues has
aceptado mi argumento.
—¿Cómo de extendida está esta mentalidad dentro del
concento?
Al oír esto, la mujer puso cara de haber olido algo
desagradable. Se volvió un poco y le habló al hombre en
voz baja.
—Mentalidad es un término peyorativo, ¿no es así?
—Vale —dijo el hombre sin apartar la vista de mí—.
¿Cuántos lo consideran como tú?
—Es una típica disputa de procianos contra
halikaarnianos —dije—. Los avotos que siguen el camino
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