Page 501 - Anatema - Neal Stephenson
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Sur Trestanas nos habló.
—Vuestro destino es el concento de Sante Tredegarh —
anunció.
—¿Es un Convox? —preguntó alguien.
—Ahora lo es —respondió. Lo que paralizó la discusión
durante un minuto, mientras asimilábamos la noticia.
—¿Cómo llegaremos hasta allí? —preguntó Tulia.
—Como podáis —dijo Trestanas.
Las exclamaciones surgieron simultáneamente de las
bocas de todos los Evocados. Parte de la leyenda del Voco,
un pequeño consuelo por ser arrancado de todo lo que
conocías, era que te llevaban en algún tipo de vehículo,
como había sido el caso de fra Paphlagon. En vez de eso, a
nosotros nos habían dado zapatillas de deporte.
—No llevaréis el paño ni el cordón a cielo abierto, sea de
noche o de día —añadió Trestanas—. Las esferas deben
tener el tamaño de un puño, o más pequeñas, y no se
deben emplear para producir luz. No debéis salir juntos
por la puerta… saldréis en grupos de dos o tres. Más tarde,
si queréis, podéis reuniros en algún lugar, lejos del
concento. Preferiblemente a cubierto.
—¿Cuál es la resolución de su sistema de vigilancia? —
preguntó Lio.
—No tenemos ni idea.
—Sante Tredegarh está a dos mil millas de aquí —dijo
Barb, por si a alguien le interesaba. A todos nos interesó.
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