Page 600 - Anatema - Neal Stephenson
P. 600
cabo de unos minutos identificamos el inicio de dicha
pista: el terreno de detrás del arca. No había forma de
llegar a la pista porque la parcela estaba repleta de
vehículos aparcados: algunos mobes relucientes que
podían pertenecer a lo que se considerase burgo en
Samble, pero en su mayoría transbores polvorientos de
grandes ruedas. En el centro había un paso, pero el
principio de la pista estaba completamente bloqueado por
el transbor de Ganelial Crade.
Según la cartabla, sólo había cuatro millas hasta la cima,
y yo estaba impaciente. Así que llené una botella de agua
de una bomba que había en medio de la zona verde y eché
a andar por la pista. Lio me acompañó. También fra
Criscan, el más joven de los Centenos. Me sentí algo raro
pasando entre los transbores aparcados de los fieles de
Samble, pero, una vez que pasamos el de Crade y llegamos
a la pista, ésta daba la vuelta al flanco del cerro y el
pequeño pueblo desapareció de inmediato. Un minuto
después ya no oíamos los gritos que salían del arca, sólo el
susurro del viento seco del desierto con el perfume
penetrante de las resistentes plantas resinosas que crecían
allá abajo. Ganamos altitud con rapidez y la temperatura
del aire descendió mientras nosotros nos metíamos en
faena. Una vez que llegamos al punto opuesto a Samble,
vimos la cumbre y distinguimos algunos edificios y el
esqueleto romo de una torre de antenas y bóvedas
poliédricas. Supusimos que eran reliquias militares, lo que
600

