Page 998 - Anatema - Neal Stephenson
P. 998

—Están empezando —comenté—. No son más que las


          formalidades iniciales.

            —No me sorprende que la gente quiera abolir el Mensal,

          si esto es un ejemplo representativo…


            —¿De qué te sirve tirar de mi cuerda?

            —Oh,  es  una  antigua  tradición  de  este  lugar  —dijo

          Arsibalt—. He estado leyendo. Si el diálogo se pone muy


          aburrido,  los  servitores  manifiestan  su  disgusto  con  los

          pies… marchándose a la cocina. Se supone que los decanes

          se dan cuenta.


            —Hay tan pocas probabilidades de que algo así funcione

          con este grupo como de que enfermen tomando la cena.


            —Bien, hay que empezar por alguna parte.

            Me acerqué a las cuerdas, cogí un trozo de tiza y escribí

          «Emman Beldo» bajo la que todavía no tenía nombre.


            —¿Así se llama?

            —Sí. Hablamos tras el Plenario.


            —¿Por qué no ayudó a cocinar?

            —Una de sus tareas es conducir a Madame Secretaria de

          un lado a otro. Ha llegado hace sólo cinco minutos. En


          cualquier caso, los extras no pueden cocinar.

            —¡Raz  dice  la  verdad!  —dijo  sur  Tris,  que  llegaba  del

          jardín con el paño cargado de leña—. Tampoco a vosotros


          parece que se os dé muy bien. —Abrió la puertecita de la

          caja  de  leña  del  horno  y  contempló  las  brasas  con  ojo

          crítico.







                                                                                                          998
   993   994   995   996   997   998   999   1000   1001   1002   1003