Page 135 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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hace diferencia alguna. Lo mismo ha incurrido usted en
abandono de servicio. —Trató de excusarse de tal falta, pero
le demostré que, desde aquel claro, ni siquiera podía ver el
frente de la casa. Se dió por vencido—. Considérese
arrestado. Vuelva enseguida al tractor y espere a que el
doctor y yo lleguemos allí —le ordené.
Por un instante creí que se iba a volver contra mí. Casi
lo hubiera deseado. Pero recobró la compostura. Hasta hizo
el saludo militar antes de marcharse. No lo miré alejarse.
Quería olvidarme de él. De lo que había hecho esa noche,
quiero decir. Y tampoco me sentía muy feliz respecto a mí
mismo. El abandono de servicio era bastante grave, desde
luego. Pero no era la única razón de mi enojo.
Altaira se había ido. No sé si eso me gustó o no. Me
pareció que era mejor. Inicié la marcha por entre los árboles,
en una dirección que debía llevarme a un punto desde
donde podría observar la casa.
Sólo había andado unas pocas yardas, cuando vi algo
blanco frente a mí. Me detuve y allí estaba Altaira. Vino y se
quedó quieta delante de mí. Su rostro estaba sombrío. Muy
despacio, dijo:
—¿Qué le dijo usted a él? ¿Adónde fué?
—De regreso al tractor, a esperarme —le respondí.
Recordé que no le había preguntado a Jerry cómo había
explicado el hecho de que anduviéramos dando vueltas por
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