Page 26 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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llegaríamos al final de nuestro viaje, resultó exacto. Porque

         a cierta hora de la madrugada fuí despertado de mi liviano

         sueño por el silbato del intercomunicador y escuché, cosa

         rara, la voz de Farman, que decía:


                —Escuchen:                 Habla           el       Teniente            Farman             en

         representación del Comandante. Nuestro objetivo, Altair 4,

         está a la vista. Todos los tripulantes que no estén en servicio,

         repito, los que no estén en servicio, pueden usar los visores


         de la cubierta Nº 2. El planeta y sus satélites se ven por el

         lado de babor. Nada más.

                Me tiré de la cama y me dirigí a mi visor de un solo salto.


         Accioné  la  perilla  y  esperé  con  impaciencia  mientras  la

         pantalla se nublaba, resplandecía y finalmente se aclaraba…

                Extraño  es  decirlo,  mi  primera  impresión  fué  de


         desagrado. Parecía muy pequeño, colgado como un adorno

         de Navidad en medio de la pantalla. Y no había nada de

         extraño  en  su  forma.  (Dios  sabe  qué  imágenes  se  había

         formado  mi  mente).  Con  excepción  de  ser  un  poco  más


         ovalado y comprimido en sus extremos, se parecía mucho a

         la Tierra.

                Pero luego comencé a apreciar cuán bello era. Y cuán

         extraño también, con su atmósfera que expandía un trémulo


         halo color turquesa y sus dos pequeñas lunas verdosas, de

         un tinte como nunca había visto igual…

                Debo haberme quedado de pie allí durante una hora,





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