Page 97 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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—Vamos a emprender el regreso, doctor. —Nos miré a
Farman y a mí, pero no a la muchacha. En verdad, se
comportó como si ella no estuviera allí. Altaira lo
contemplaba con el entrecejo ligeramente arrugado.
—Bueno, si es necesario, comandante… —La voz de
Morbius no denotaba nada que no fuera amabilidad—.
Llamaré a Robby —dijo.
No hizo nada, ni dijo nada más. Pero a los pocos
segundos se abrió una puerta en el extremo más alejado de
la habitación y el Robot penetró en ella. Comprobé entonces
que, cuanto más se lo veía, mayor resultaba su semejanza
con un hombre. Y mientras avanzaba hacia su amo y se
detenía frente a él, la huidiza reminiscencia que se había
estado asomando a mi memoria, acerca de la palabra Robot,
se aclaró de golpe.
—¡El Robot Universal de Rossum! —exclamé, sin darme
cuenta de que hablaba, hasta que noté que todos me
miraban.
—Disculpen —dije—, acabo de recordar algo. —Sentí
que había quedado como un tonto, pero Morbius se mostró
genuinamente interesado.
—¿Qué fué lo que le hizo decir eso? —preguntó.
—Un viejo libro que recuerdo haber leído —dijo—. Una
obra teatral, creo, escrita hace tres o cuatro siglos, por un
tal… Carroll, o algo así. En el prefacio se explica que el autor
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