Page 99 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 99

Farman  que  se  hallaba  a  su  lado,  y  nuevamente  noté  la

         diferencia en su expresión. Decía en ese momento:

                —… ¿Así que no se asustaron cuando vieron a Kahn?

         ¿Es eso lo que quiere usted decir, comandante?


                Había una nota de desafío, de amenaza en su voz.

                Adams le contestó:

                —Me  figuré  que  era  otro  de  sus  amigos.  La  estaba

         mirando, pero por su expresión, o carencia de ella, podría


         muy bien haber estado contemplando una silla.

                —De todos modos, comandante, usted tenía la mano en

         la empuñadura de su pistola cuando yo le grité al teniente


         —dijo Morbius, riendo, con una risa que no era del todo

         legítima. Dejó de reír—. Pero debo decirle que, excepto en

         lo que concierne a Altaira, esa bestia es un animal salvaje y


         peligroso. —Su tono era normal, objetivo.

                —Pero, ¿cómo sabe que no va a resultar peligroso para

         Alt… para su hija, alguna vez? —terció Farman, dedicando

         a Altaira una mirada de pesar que dió en el blanco.


                —Kahn es mi amigo —dijo—. Nunca me haría daño.

                —¡Vamos, teniente! —aclaró Morbius—. Usted vió cuán

         mansa  fué  la  actitud  de  la  bestia  hacia  ella.  Ejerce  un

         perfecto contralor…


                —Lo  sé,  señor  —dijo  Farman.  Estaba  tratando  de

         endulzar  al  padre,  ahora—.  Pero  lo  mismo…  bueno;  no

         puedo dejar de pensar que podría pasar algo. Esta clase de





                                                                                                            99
   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104