Page 415 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 415
si lo que había visto era real o un sueño
persistente.
El calor era opresivo, y el aire de la cabina se
cargaba.
Pensé en Gödel y Moses.
Aquel hombre poco atractivo, Gödel, había
deducido la existencia de múltiples historias
sólo a partir de principios ontológicos,
¡mientras que yo, pobre tonto, había
necesitado de varios viajes en el tiempo antes
de que se me ocurriera la posibilidad! Pero
ahora aquel hombre que había conjurado su
magnífico sueño de un Mundo Final, un
mundo en el que estuviesen claras todas las
respuestas, yacía aplastado y roto bajo los
escombros, asesinado por la intransigencia y
estupidez de sus compañeros humanos.
Y en lo que respecta a Moses, simplemente le
lloraba. Era una desolación similar a la que
podría sentirse por la muerte de un niño,
creo, o un hermano menor. Moses había
muerto a los veintiséis; y ¡aun así yo —la
misma persona— seguía respirando a los
cuarenta y cuatro! Mi pasado había
desaparecido; era como si el suelo se hubiese
evaporado dejándome colgado en el aire.
Pero aún más, yo había conocido a Moses,
aunque brevemente, como una persona por
derecho propio. Era alegre, errático,
415

