Page 434 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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improvisado con la chaqueta —no me
parecía que la prenda fuese a serme muy útil
en aquel clima— y fabriqué vendas que lavé.
Entonces, con todo mi coraje, enderecé la
pierna y el pie del Morlock. Até la pierna a
los entablillados, y luego, para asegurarme, a
su vez a la otra pierna sana.
Los gritos del Morlock, repetidos por los
árboles, eran un sonido horrible.
Agotado, esa noche cené ostras crudas,
porque no tenía fuerzas para encender
fuego— y me apoyé contra un tronco, cerca
del Morlock, y con la llave de Moses en mis
manos.
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DE CÓMO VIVÍAMOS
Monté el campamento a orillas del mar del
Paleoceno, cerca del arroyo de agua fresca
que había descubierto. Decidí que estaríamos
mejor y más a salvo de ataques allí, y no en
medio del bosque. Construí una protección
del sol para Nebogipfel empleando trozos
del coche del tiempo con prendas de ropa
extendidas entre ellos.
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