Page 436 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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de la costa. Después de un poco de práctica,
conseguí bajar frutos de las palmeras de la
costa lanzando trozos de metal y rocas contra
las ramas. Los frutos resultaron muy útiles:
su leche y carne variaban la dieta; y las
cáscaras vacías servían de contenedores para
muchos propósitos; e incluso la fibra marrón
que colgaba de la cáscara podía ser tejida. Sin
embargo los trabajos tan delicados no me son
fáciles, y nunca pude ir más allá de
fabricarme una gorra, de ala muy grande
como la de un coolie.
Sin embargo, a pesar de la munificencia del
mar y las palmeras, nuestra dieta era
monótona. Miraba con envidia las suculentas
criaturas que saltaban, lejos de mi alcance,
por la ramas de los árboles.
Exploré la costa. Muchos tipos de criaturas
habitaban el mundo oceánico. Observé una
sombra grande con forma de diamante que
supuse sería una raya; y en dos ocasiones
aletas sobresaliendo del agua al menos un
pie, que sólo podían pertenecer a enormes
tiburones.
Entreví una forma ondulada, que atravesaba
la superficie del agua, a una media milla de
la tierra. Distinguí una mandíbula ancha y
abierta repleta de dientes crueles, con carne
blanca de fondo. La bestia tendría unos cinco
pies de largo y nadaba por medio de on‐
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