Page 475 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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recordaba de 1938. Bajo el calor y la
humedad, la mayoría de los soldados
estaban desaliñados.
Vi a un tipo con un traje blanco que le cubría
de la cabeza a los pies; llevaba guantes
gruesos y un casco ligero que le cubría la
cabeza, con un visor que le servía para mirar.
Trabajaba en el panel abierto de uno de los
Juggernauts. Comenté que el pobre tipo
debía de estar fundiéndose en el calor con
semejante traje; Gibson me explicó que el
traje era de asbesto y que servía para
protegerle del calor de los motores.
No todos los soldados eran hombres —creo
que dos quintos del centenar de personas
eran mujeres— y la mayoría tenía heridas de
algún tipo, quemaduras y demás, e incluso,
aquí y allá, algún miembro protésico.
Comprendí que el terrible desgaste de la
juventud de Europa había continuado desde
1938, hasta requerir los servicios de los
heridos y de la mujeres.
Gibson se quitó las botas y se masajeó los
pies lanzándome una sonrisa lastimera.
Nebogipfel bebió un vaso de agua, mientras
el ordenanza nos sirvió a Gibson y a mí una
taza del tradicional té inglés; ¡té, en el
Paleoceno!
—Han construido una colonia—le dije a
Gibson.
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