Page 473 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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de árboles para llegar a un claro. Era un
espacio circular de un cuarto de milla de
diámetro, pero no era natural: los tocones del
borde demostraban que habían volado el
bosque o lo habían cortado. Al aproximarnos
pude ver soldados con el torso desnudo que
se abrían paso por entre la vegetación con
sierras y machetes, para ampliar el espacio.
Habían eliminado toda vegetación de la
tierra en el claro y la habían endurecido con
varias capas de palmas, todo hundido en el
barro.
En el centro del claro había cuatro
Juggernauts como los que había visto en 1873
y 1938. Las bestias ocupaban inmóviles los
lados de un cuadrado de cien pies de ancho,
con las portillas abiertas como las bocas de
animales sedientos; los mayales antiminas
colgaban sueltos e inútiles de los tambores al
frente, y los colores verde y marrón de los
cascos estaban manchados de guano y hojas
caídas. Había otros vehículos y materiales
repartidos por el campamento, incluyendo
algunos vehículos blindados ligeros y
pequeñas piezas de artillería sobre ruedas.
Gibson me dio a entender que aquélla sería
la localización de un campo de Juggernauts
en 1944.
Los soldados trabajaban por todas partes y,
cuando penetré en el claro al lado de Gibson
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