Page 477 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 477
—Ya llevamos aquí una semana —me dijo
Gibson—. Supongo que es sorprendente que
no nos encontrásemos antes.
—No esperábamos visita —le dije seco—. Si
lo hubiésemos hecho, supongo que
habríamos encendido fuegos o preparado
alguna otra forma de señalar nuestra
presencia.
Me guiñó un ojo.
—Nosotros también hemos estado muy
ocupados. Tuvimos un trabajo del demonio
los primeros dos días. Tenemos un buen
equipo, los científicos nos dejaron bien claro
que, en una perspectiva muy amplia, el clima
de la querida y vieja Inglaterra es muy
variable, por lo que nos vinimos preparados
para todo, desde abrigos hasta pantalones
cortos. Aun así, no esperábamos estas
condiciones tan tropicales: no aquí, ¡el medio
de Londres! Las ropas parece que se caen a
trozos, se pudren literalmente en nuestras
espaldas, y los enganches de metal se
corroen, las botas no se agarran a este barro,
¡incluso mis calcetines han encogido! Y el
resto se lo comen las ratas. —Frunció el
ceño—. Al menos, creo que son las ratas.
—De hecho, es probable que no —contesté—.
¿Los Juggernauts? Clase Kitchener, ¿no?
Gibson alzó una ceja, claramente
sorprendido por mi alarde de conocimiento.
477

