Page 645 - Hijos del dios binario - David B Gil
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conectados  a  la  Red.  Ahí  es  donde  trabajan  y


           conviven, reduciendo al mínimo su interacción con


           «la enfermedad», como ellos lo llaman.


                  —¿La enfermedad? ¿Llaman al mundo real «la



           enfermedad»?


                  —Su ideal sería existir como meras conciencias


           en  la  Red,  sin  las  servidumbres  de  una  existencia


           física.


                  —¿Como los ciberbrujos?


                  —No.  En  una  forma  de  conexión  mucho  más


           básica,  similar  a  la  de  los  juegos  de  saturación



           sensorial. Pero no te equivocas al pensar que están


           relacionados,  muchos  de  ellos  son  seguidores  de


           los  brujos  en  la  Red.  Los  consideran  profetas  del


           dios binario.


                  —Mierda  —exclamó  Alicia—,  esta  ciudad  se


           vuelve más rara por momentos.


                  —No solo sucede aquí. Se da en muchas otras


           ciudades  de  Asia,  y  aunque  en  Europa  aún  es


           infrecuente,  en  Estados  Unidos  comienzan  a



           detectarse  bastantes  casos.  El  año  pasado


           encontraron  en  un  sótano  de  Nueva  York  una


           comuna de hikikomoris, habían muerto de inanición.


                  Daniel depositó la bolsa sobre el escáner y pagó


           la compra a través de su terminal móvil.


                  —¿Por eso parecen cadáveres andantes, porque




                                                                                                            645
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