Page 670 - Hijos del dios binario - David B Gil
P. 670
pasos y las paredes aparecían hinchadas por
ampollas de humedad. Olía a polvo y decadencia, a
lujuria y abandono, pero lo que de verdad la
estremeció, lo que convertía aquel agujero en un
escenario realmente dantesco, fue lo que encontró
al llegar al salón: bajo un techo a punto de
hundirse, no menos de doce personas yacían
semiinconscientes en catres repartidos por el suelo.
Sus cráneos huesudos estaban erizados de agujas
que conectaban con una red de cables esparcida
por el suelo, y unos tubos clavados a sus brazos
bombeaban el contenido de goteros apoyados sobre
sus pechos. A Alicia le pareció una variante tosca y
contrahecha del sofisticado asiento sobre el que se
recostaba Frank para proyectarse dentro de la Red,
pero aquellos viajeros, en lugar de permanecer en
un sueño sereno, gemían y reían, lloraban y
susurraban palabras inaudibles, entrelazando sus
voces en un coro escalofriante.
—Quítate el abrigo y tiéndete en ese colchón —
le indicó su anfitrión, que había tomado uno de los
goteros y ya desliaba los tubos que debían morder
sus brazos—. Tardan unos cinco minutos en hacer
su efecto, luego el viaje durará dos o tres horas,
dependiendo de cómo lo asimile tu cerebro. ¿Qué
sesión quieres probar? ¿Follar con tu ex, una orgía
670

