Page 735 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Capítulo 21


            Todos los secretos en la palma de la mano









                  Deme su móvil, señora Lagos. —Beatrix Giger,


           sentada  frente  a  ella  en  la  limusina  de  cristales


           negros, tendió sus largos dedos de porcelana.


                  Alicia  recordaba  perfectamente  la  sensación


           que aquella mujer le produjo cuando la conoció en


           Irlanda,  a  las  puertas  de  St.  Martha;  cómo  su


           aplastante  seguridad  y  su  ropa  de  diseño  la



           intimidaron,  disminuida  ante  su  espectacular


           presencia.  Ahora,  sin  embargo,  a  pesar  de


           encontrarse sola y acorralada en un lugar extraño, a


           pesar  de  sentirse  miserable  y  empapada  bajo  su


           impermeable  de  plástico,  Alicia  le  sostuvo  la


           mirada con aplomo, inmune a su hechizo.


                  —No —respondió sencillamente.


                  —No sea ridícula —rio la otra mujer—. Puedo


           hacer  que  detengan  el  coche  y  la  golpeen  y  le



           arranquen  la  ropa  hasta  encontrar  su  móvil.  ¿Por


           qué querría provocar una situación tan humillante


           para usted?


                  Sabía que lo decía completamente en serio, así


           que, tras valorar hasta dónde merecía la pena llevar


           su  rebeldía,  Alicia  se  echó  la  mano  al  bolsillo




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