Page 833 - Hijos del dios binario - David B Gil
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propios fines. Eso es normal, es parte de la vida. Lo
importante es que sepas convertirlo en un
intercambio, que tú te aproveches de la otra parte
en igual medida. Inamura querrá obtener de
vosotros cuanto le sea posible, pero estoy segura de
que sabrás establecer los límites, como has hecho
hasta ahora.
El muchacho quiso preguntarle algo más, pero
debió desviar la mirada hacia la puerta. Bajo el arco
de hierro comenzaba a desfilar una extraña
procesión: encogidos sobre sí mismos, temblando
de frío y algo más, los internos de St. Martha
atravesaban aquellas puertas que jamás habían
visto abiertas. Los servicios de urgencias se
aprestaron a atenderlos con el protocolo habitual:
los cubrieron con mantas y los psicólogos se
aproximaron a ellos intentando establecer contacto
visual, pero era evidente que no se trataba de niños
maltratados o desnutridos. Eran algo diferente.
Nicholas se volvió y golpeó los cristales
traseros del todoterreno con las manos. En el
interior, Eugene se incorporó con rostro
somnoliento.
—¡Ya salen! —anunció a su compañero.
Eugene contempló a las personas con las que
había compartido su vida y titubeó un instante.
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