Page 834 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Finalmente apartó el rostro.
—Ve tú —dijo simplemente.
Nicholas no disimuló un gesto de reproche,
pero no tenía tiempo para entretenerse con las
pequeñas mezquindades de Eugene. Se alejó del
vehículo y de Clarice. No se había apartado de ella
en los últimos días, como el que se abraza a una
baliza ante el temor de ser arrastrado por la marea.
Ahora, sin embargo, avanzaba decidido hacia las
puertas de St. Martha, hacia la camilla que cerraba
la hilera de cincuenta y ocho chicos que
abandonaban el lugar.
Nadie trató de detenerlo mientras se inclinaba
sobre la muchacha que, ensimismada, observaba el
firmamento a través de una mascarilla de oxígeno.
Al verlo, Eva cerró los ojos con fuerza y las
lágrimas brotaron. Cuando volvió a abrirlos,
Nicholas redescubrió una sonrisa que creía perdida
para siempre.
Alicia deslizó la mirada sobre los rostros que,
desde la penumbra del patio de butacas, habían
seguido atentamente sus evoluciones sobre el
escenario. La conferencia tocaba a su fin y se había
ceñido estrictamente a la hora y media prevista. A
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