Page 164 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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Referentes conceptuales
Para contextualizar y enmarcar el trabajo se expondrá parte del marco teórico.
La escuela secundaria se muestra como un lugar que coloca a los estudiantes en la
posibilidad de relacionarse con sujetos que portan distintas visiones de mundo, también sujetos
con códigos comunes, intereses, expectativas variadas y vivencias compartidas subculturales y
generacionales, que participan en la construcción de una forma particular de ser adolescente con
sus significaciones particulares.
La escuela también está constituida como un campo simbólico. Cuando se habla de lo
simbólico se refiere a los procesos culturales mediante los cuales se asocian a ciertos significantes
unos significados particulares. Geertz (1987) entiende por simbólico cualquier cosa (objeto, acto,
gesto, palabras, etc.) que sirva como vehículo de concepción. Símbolo es cualquier cosa que, en
ausencia de una presencia fáctica, es usado para disponer significativamente los sucesos entre los
que viven los hombres a fin de orientar su experiencia. La escuela no es pasible de cualquier
significación, sino que, en general en nuestra cultura representa el lugar privilegiado para enseñar,
aprender y socializarse. Esta construcción de sentidos no es caprichosa, sino que como responde a
condiciones socio históricas de producción.
Desde esta perspectiva simbólica la escuela no será la misma en todas las épocas, ni para
todos los sujetos no para los mismos sujetos en distintos periodos. “la posibilidad de constituirse
en núcleos de sentido radicara en su capacidad de interpelación, en su capacidad de nombrar a los
interlocutores, de tal manera que se perciban reconocidos como sujetos de enunciación”
(Duschatzky, 1999)
En este plan de trabajo se pretende hablar del sentido, desde las múltiples acepciones
lingüísticas que tiene este término. Sentido nos remite, ante todo, a significados particulares
atribuidos a cosas o hechos: queremos sentir a la educación y a la escuela (Rigal, 2005: 13). El acto
de significación es la manera en que el hombre expresa su subjetividad ante el mundo y esa
expresividad es susceptible de objetivarse, de manifestarse a través de los productos de la actividad
humana que esté al alcance tanto de sus productores como de otros hombres, ya que éstos son
elementos de un mundo común (Berger y Luckmann 1986: 53).
Así también se mencionan sólo algunos de los conceptos desde los que se parte al momento
de iniciar esta investigación: vulnerabilidad, pobreza y adolescencia. Se entiende por vulnerabilidad
social la exposición a un riesgo, originado en eventos socio-económicos traumáticos, más la
capacidad para enfrentarlos.(…) incluye aspectos tales como indefensión inseguridad, así como
también la disponibilidad de recursos y las estrategias para enfrentar los eventos adversos
(Golovanevsky 2007: 12), así también la vulnerabilidad propone identificar los riesgos presentes y
los problemas en el futuro, y el esfuerzo se focaliza en determinar quiénes (personas, hogares,
comunidades), tienen más probabilidades de experimentarlos, a la vez que analizar cómo
reaccionan o pueden reaccionar ante su materialización y qué opciones pueden o podrían
desarrollar.(ibídem:12) . La noción de vulnerabilidad se complementa con los conceptos de pobreza
y exclusión, ofreciendo una perspectiva alternativa a los estudios acerca de las situaciones de
desventaja social (Golovanevsky, 2007: 24). “La definición de pobreza parte de un juicio de valor
acerca de cuáles son los niveles de bienestar mínimos a los que debe tener acceso un ser humano,
cuales son las necesidades básicas cuya satisfacción es indispensable. Entonces el concepto de
pobreza es esencialmente normativo. Aun así, existe una dimensión absoluta de la pobreza, que si
escapar al contexto, no puede definirse en función de él. Esta dimensión puede verse como un
núcleo irreductible de privación absoluta, “que traduce manifestaciones de indigencia, desnutrición
y penuria visible en un diagnóstico de pobreza sin tener que indagar primero la escena relativa”
(Sen 1978: 11 citado en Golovanevsky, 2007: 24).
La pobreza constituye “…un síndrome situacional en el que se asocian el infraconsumo, la
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