Page 106 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
Un grito del jefe a caballo, claramente percibido en
virtud de una ráfaga de viento, acabó de decidirle.
—¡Al asalto, animales! ¡No dejemos ahí ese botín!
Ajustó fríamente la mira de infrarrojos de su rifle, y
después, despacio, se arrastró hasta el borde de la
loma, cuidando de que su cuerpo y su cabeza no
sobresalieran mucho. Luego, serenamente, usando tan
sólo los movimientos precisos, enfocó con el visor
nocturno y la mira telescópica al hombre a caballo.
La bala, impulsada por el pequeño pero potente
campo magnético del rifle, salió silenciosamente. El
hombre a caballo cayó al suelo, como un fardo,
mientras el animal se encabritaba, y con las fauces
espumeantes y las riendas arrastrando, emprendía un
loco galope hacia las montañas... sus cascos se oyeron
aún repicar en el duro suelo durante un rato...
El visor mostraba claramente las cabezas de los
hombres escondidos en las rocas, como manchas de un
vivido rojo sobre un fondo gris‐rosa... Un nuevo
disparo, y otro hombre saltó al aire, como impulsado
por un muelle... El tiroteo, a pesar de todo, continuaba
por ambas partes, y una bala perdida chocó en un
peñasco, a su derecha, rebotando con un aullar de
sirena...
El segundo hombre fue alcanzado en un hombro, y
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