Page 130 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
—Bueno... eso —contestó el Manchurri. Su expresión,
normalmente repleta de cierta sorna, como si no
hablase en serio, se había vuelto grave. Sus ojos negros
se tornaron luminosos y profundos, llenos de respeto.
—Sólo sé que significa «No acción» y nada más. Es algo
que no se aprende; se lleva dentro... lo llevo yo, lo lleva
el Huesos... pero el Vikingo más que nadie...
—¿Y yo? ¿Lo llevo dentro yo también?
—Eso, amigo —respondió gravemente el
Manchurri—, es algo que te tienes que contestar tú
mismo. Y ahora basta de charla, que el que habla
mucho, luego quiere hablar más, como decía no sé
quién en una ocasión en que le preguntaron no sé qué.
Así que comemos, bien inmediatamente o dentro de un
rato, a elección del consumidor, y después nos
ponemos en marcha hacia el caserío de Morris... que si
la caldera no vuela, y la ayudamos un poco con los
pedales, llegaremos al anochecer. Eso suponiendo,
joven creyente, que quieras venir con nosotros, en vez
de largarte tú solo...
—Bueno; sí que iré.
¿Qué otra cosa podía hacer? Lo mejor era tratar de
tomar un contacto más profundo con toda esta gente,
y tratar de aclarar lo que realmente había en la Tierra.
Y después, si el misterioso Herder era capaz de
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