Page 125 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
asunto se moría o lo mataban, me veía obligado a
mover la cosa a base de fuerza humano‐animal, o sea a
base de pedal y pie limpio...
Y exhibió un pie calloso y juanetudo cubierto por
capas de mugre y varias estaciones de antigüedad. «No
serán esos —se dijo Sergio— los pies limpios...»
—De manera que quieres venir con nosotros,
conmigo y con el Huesos... Te estamos agradecidos por
habernos echado una mano ayer contra los
bandoleros... pero ¡eso sí! si vienes, que quede claro
que el carricoche es mío... Cuando quieras te vas, y si
no, pues no. Además, no viene mal un hombre que tire
tan bien como tú...
—¿Qué eres exactamente, Manchurri? —Ya te lo dije
ayer... Hago de todo, y viajo por todas partes. Cojo
cosas aquí, y las cambio allá... arreglo todo lo que hay
que arreglar, sepa o no sepa, y a veces, si no sé, me
corren a cantazos de donde sea... Capo puercos y
pollos, preparo pócimas con hierbas que lo mismo
curan el flato, que la diarrea, que el mal de ríñones...
también suministro antiabórticos...
—¿El qué?
—Antiabórticos, ignorante. Esas inyecciones que se
ponen para curar la pulmonía y las cuartanas...
—Será antibióticos...
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