Page 131 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            señalarle la Columna Real, o el Pilón del Alba, o como

            lo  llamasen,  localizarlo  y  realizar  lo  que  tenía  que

            hacer. Pero lo curioso era que  a ninguno de los tres


            hombres  parecía  preocuparles  lo  más  mínimo  quién

            era, a qué venía, o por qué preguntaba... Sin duda, la


            clasificación de su mente hecha por el Vikingo después

            de la imposición de manos, había influido mucho en

            que  fuera  aceptado...  Tenía  que  hablar  más


            extensamente con el Vikingo... si este quería.


               La  comida  se  desarrolló  en  un  clima  de  franca

            camaradería. El Manchurri había recalentado lo poco

            que  quedó  de  pierna  fría  y  había  desplumado  una


            gallina,  que  fue  asada  en  un  eficaz  fuego  de  leña...

            Igualmente había dado buena cuenta, juntamente con

            el Huesos, de la Botella de Vino Auténtico, gastándoles


            pesadas  bromas  sobre  la  horrenda  mezcla  que  la

            confusión del enano le hiciera ingerir la noche anterior.


               —Bebes demasiado —dijo el Vikingo.



               —No, señor, sólo bebo lo justo para estar alegre.


               Las  tumbas  estaban  terminadas  y  cerradas,  y  el

            Vikingo no mostraba ninguna señal de fatiga. Poco a

            poco, en el curso de la conversación, Sergio acabó de


            enterarse  de  que  el  asunto  de  los  salvajes  era  una

            invención de los habitantes de la Tierra, de que los que

            hacían  el  papel  se  reían  a  carcajadas  de  los  serios  y




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