Page 64 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
Luego, poco a poco, la sensación de presión fue
disminuyendo, y los grumos de vapor se deslizaron
más despacio. Los haces de chispas que surgían de la
proa fueron apagándose, siendo sustituidos por un
espeso humo negro, que dejaba residuos en los
cristales, dificultando todavía más la visibilidad. Por
un instante, Sergio creyó ver algo gigantesco y plano,
de mil colores, a través de un vacío entre la niebla;
luego el humo y los rojizos vapores volvieron a
ocultarlo todo. Mantuvo el motor funcionando sin
interrupción, aun a riesgo de consumir la carga de las
baterías, porque se daba cuenta de que, por alguna
razón, se había equivocado totalmente, y el descenso,
mientras dormía, había sido mucho más rápido que lo
previsto.
Un claro entre las rojinegras humaredas le descubrió
una extensa planicie verdosa, cubierta de cordilleras y
ondulaciones que se extendían hasta perderse en una
azulada nebulosidad. El castaño rojizo de las montañas
contrastaba fuertemente con el verde, oscuro de los
bosques... algún hilo de plata, trazando curvas, se
deslizaba en los lejanos valles... Después, las vedijas de
vapor blanquecino desaparecieron totalmente, y pudo
ver que se encontraba a muy pocos kilómetros de
altura y que descendía rápidamente hacia el suelo...
Poco a poco, la planicie, brillantemente iluminada por
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