Page 130 - iIndependencia 1849-1856.
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130 Wenceslao Vega B.
la descrita sería vista no solo como un rechazo de las proposiciones,
sino también un rechazo irrespetuoso. 12
Finalmente las presiones acabaron por producir efecto, y
en una carta que el mismo agente americano Walsh envío a su
Gobierno el 23 de abril de 1851, le informó:
El día 19 recibí la respuesta definitiva del gobierno haitiano a
las proposiciones de paz o de tregua de diez años con la República
de Santo Domingo. Observará Usted, por la traducción anexa de
la misma, que las proposiciones son positivamente rechazadas. La
proposición de otra forma de acuerdo, contenida en esta nota, es
inadmisible, desde luego, ya que comprende el reconocimiento de la
soberana de Haití sobre los dominicanos, como sine-qua-non. Hay,
sin embargo, una promesa de la abstención de hostilidades hasta
que los tres gobiernos mediadores hayan sido informados de lo que
se haya hecho. Los Cónsules francés e inglés no se consideran a si
mismos plenamente autorizados a amenazar con un bloqueo, y por
consiguiente mandaron una contestación que todos pudiéramos
firmar.13
La respuesta haitiana era que su Constitución le impedía
negociar sobre la integridad de su territorio y, por lo tanto, no
podían reconocer la independencia dominicana, pero que:
El Gobierno de S. M. se compromete por sí mismo desde ahora
a continuar la tregua, existente de hecho desde el mismo comienzo
de las negociaciones, hasta el día de hoy. Como testimonio de su
deseo de paz y conciliación, además propone a los habitantes del
Este, que las relaciones de comercio y amistad sean inmediatamente
restablecidas entre ellos y el resto del Imperio.14
12 E. Rodriguez Demorizi, Guerra domínico-haitiana, p. 188.
13 Ibídem, p.189.
14 Ibídem, p. 191.

