Page 131 - iIndependencia 1849-1856.
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La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia 131
Los cónsules acusaron recibo escuetamente de esta comuni-
cación informando que darían cuenta de ella a sus gobiernos. A
fines del mes de abril abandonaron a Puerto Príncipe, dejando
implícita la amenaza de intervención o bloqueo en caso de que
los haitianos rompieran la tregua. Pero de todos modos habían
sacado a Soulouque el compromiso de mantener una tregua en
las hostilidades.
Pero los haitianos no se quedaron tranquilos. Las misiones
que Walsh había dicho que irían a las capitales de las potencias
para negociaciones directas, se efectuaron, pero como veremos,
sin éxito alguno. En septiembre de 1851 el cónsul Schomburk
informaba al Canciller dominicano, que su Gobierno había reci-
bido en Londres a un enviado haitiano llamado Willevalaix. Los
detalles de este interesante intento, los ofrece el canciller domi-
nicano en su informe a su presidente:
El señor Ministro de Relaciones Exteriores, avisa haber recibido
el día 3 del actual, en la tarde, la visita del Señor Cónsul de S. M.
Británica, en Santo Domingo, quien le mostró dos copias de las
comunicaciones que acaba de recibir de Lord Palmerston, relativas
a la misión secreta que llevó a Londres al Sr. Seguí Willevalaix
enviado por el Emperador de Haití, Solouque, con el objeto de obte-
ner la suspensión de los efectos de la mediación y convertirla en la
reunión del Este con el Oeste. Que por la contestación que el noble
Lord inglés Palmerston diera al referido comisionado haitiano,
puede adivinarse la falacia y mala fe de los haitianos, quienes
intentaron hacer creer a las naciones protectoras las ventajas que
se derivarían de la unión en un solo Estado de las dos Repúblicas
que se comparten el territorio de esta Isla. Que a esa falacia y mala
fe manifestada por el haitiano había respondido el íntegro y ge-
neroso Ministro inglés, lo siguiente: --Que la Isla de Haití estaba
ocupada por dos pueblos del todo distintos: la parte del Oeste por
una población toda de origen africano, y la parte del Este por des-
cendientes de origen español, formando cada una un Gobierno

