Page 131 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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               Enrique IV                             donde los libros son gratis

               atravesarlo. Sabíais que su carne no era invulnerable a las heridas y
               que su impetuoso valor le empujaba allí donde el peligro era más
               recio. Y sin embargo le habéis dicho: anda! y ninguno de estos graves
               temores ha podido deteneros en esta empresa obstinadamente resuelta.
               Qué ha sucedido de extraordinario? Qué ha producido esta atrevida
               campaña sino aquello que, siendo probable, se ha realizado?
               BARDOLFO.- Todos nosotros, que estamos comprometidos en esa
               catástrofe, sabíamos que nos aventurábamos en mares tan peligrosos,
               que teníamos diez probabilidades contra una de  perecer. Y sin
               embargo, nos lanzamos a ellos, porque el objetivo perseguido,
               compensaba la expectativa del peligro temido. Estamos sobre el
               abismo, tentemos de nuevo la aventura, comprometiendo en ella
               cuanto tenemos, cuerpos y bienes.
               MORTON.- Sí, que el tiempo apura además, mi noble lord, sé de
               buena fuente y garantizo la verdad del hecho, que el buen Arzobispo
               de York se ha levantado a la cabeza de tropas bien organizadas. Es un
               hombre que liga a sus partidarios con una doble seguridad; milord,
               vuestro hijo solo tenía los cuerpos, las sombras, las apariencias de los
               hombres para combatir, porque esa palabra «rebelión» separaba sus
               almas de la acción de sus cuerpos y combatían con desgano, por
               apremio, como se traga una poción. Sus armas sólo estaban por
               nosotros, pero en cuanto a sus espíritus, a sus almas, estaban heladas
               por esa palabra «rebelión», como los pescados en un estanque. Pero
               ahora, el arzobispo hace de la insurrección una religión; con la
               reputación de sincero y piadoso en sus pensamientos, se le sigue a la
               vez con el alma y con el cuerpo. Fortalece su rebelión con la sangre
               del buen rey Ricardo, raspada sobre las lozas de Pomfret y hace
               derivar del cielo su causa y su querella. Dice a todos que quiere
               libertar- una tierra ensangrentada que agoniza bajo el poder de
               Bolingbroke- y grandes y pequeños se agrupan y le siguen.
               NORTHUMBERLAND- Lo sabía ya; pero, a decir verdad, el dolor
               presente me lo había hecho olvidar. Entrad todos conmigo y que cada

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