Page 136 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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               William Shakespeare                    donde los libros son gratis

               ha pasado aun la juventud, ya tiene sus añitos encima y empieza a
               resentirse de la acción del tiempo; ruego humildemente a Vuestra
               Señoría que tome un reverente cuidado por su salud.
               LORD JUSTICIA.- Sir John, os mandé buscar antes de vuestra
               expedición Shrewsbury.
               FALSTAFF.- Así he oído que Su Majestad había vuelto del país de
               Gales muy disgustado.
               LORD JUSTICIA.- No hablo de Su Majestad. No quisisteis venir
               cuando os mandé buscar.
               FALSTAFF.- Y además he oído que Su Alteza ha sido nuevamente
               atacada por esa p... de apoplejía.
               LORD JUSTICIA.- Bien, que el cielo le restablezca. Os ruego que me
               dejéis hablaros.
               FALSTAFF.- Esa apoplejía es, según yo colijo, una especie de letargo,
               si Vuestra Señoría permite; una especie de adormecimiento en la
               sangre, una J... puntada.
               LORD JUSTICIA.- Qué diablos estáis diciendo? Será lo que sea.
               FALSTAFF.- Proviene de un sufrimiento agudo, de exceso de estudio
               y perturbación del cerebro. He leído en Galeno la causa de sus efectos;
               es algo como una sordera.
               LORD JUSTICIA.- Me parece entonces que estáis atacado de esa
               enfermedad, porque no oís lo que os digo.
               FALSTAFF.- Muy bien, milord, muy bien; pero, si permitís, es más
               bien la enfermedad de no escuchar, de no prestar atención, la que me
               aflige.
               LORD JUSTICIA.- Castigándoos por los talones se corregiría la falta
               de atención de vuestros oídos. No  tendría reparo en ser vuestro
               médico.
               FALSTAFF.- Soy tan pobre como Job, milord, pero no tan paciente.
               Vuestra Señoría puede, a causa de mi pobreza, suministrarme la
               prisión como droga; pero, respecto a si tendría la paciencia de seguir



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